lunes, 12 de diciembre de 2011

Modernidad y Posmodernidad (Dimensión Epistemologica)


 El desarrollo social  y los cambios de pensamiento a través de la historia han generado   nuevas realidades y nuevas formas de ver, interpretar  y explicar las mismas.  Esto  ha permitido la aparición de diferentes paradigmas, los cuales  asumen una visión del mundo, de los fenómenos naturales o sociales ajustada a sus parámetros de verdad, conocimiento, ciencia.  En este sentido, la humanidad  pasó  de la explicación divina, esotérica, cósmico de los fenómenos naturales y sociales,  a la explicación  racional,  instrumental y formal, expresada por el pensamiento Cartesiano; y de esta última  a  una explicación basada en la  racionalidad dialógica.  Surgiendo, con ello la modernidad y la posmodernidad, paradigmas  que se han correspondido con su momento histórico.


MODERNIDAD
Desde el siglo XV los científicos  que convivían con la filosofía, la astrología, la metafísica, lo esotérico, iniciaron una lucha contra el predominio del principio teológico, que constituía el orden feudal, a fin de constituir una única vía de explicación de la realidad natural y social, la ciencia. En consecuencia a partir del siglo XVIII,  los científicos  buscaban desde la racionalidad,  con conceptos y  teorías específicas,  dar respuesta a la realidad, excluyendo lo religioso, esotérico, cósmico y el azar del origen y de la interpretación de los fenómenos, emergiendo con ello un nuevo paradigma, la ciencia como verdad absoluta. Desde la racionalidad se le empezó a dar respuesta a los fenómenos naturales y sociales.
La ciencia moderna, como única fuente de la verdad fue asumida por intelectuales de la época entre ellos Descarte, para quien la esencia del razonamiento y la demostración teórica era la razón pura y  la objetividad era la garantía de la aplicación del método científico. Este racionalismo se fundamentó en las matemáticas. Delimitando como objetos o problemas de la ciencia las dimensiones cuantificables de la realidad, todo aquello que se pudiera medir, pesar, cuantificar.
Sin embargo, surge un nuevo planteamiento propuesto por Bacon: el empirista.  Este nuevo enfoque estableció que el origen del conocimiento estaba en la experiencia del investigador y la esencia última del conocimiento estaba en el objeto de estudio, por ello el método científico debería ser el inductivo, oponiéndose  en parte al enfoque racionalista quien le daba preferencia a la observación y a la experimentación. Galileo complemento ambos criterios, al introducir  en la ciencia moderna el criterio de la razón experimental integrada con el fundamento matemático de la medición de la realidad.
En ambos enfoques, el racionalista y el empirista, se excluye la subjetividad, adoptándose lo racional y objetivo. De esta manera emergió un nuevo concepto de la ciencia, de la realidad, de la vida y del universo. Esta nueva concepción de la ciencia es consolidada por científicos como Kant,  Hegel y Newton, este último concretó la visión de la realidad como una gran máquina, compuesta por piezas, asemejándola en su perfección al reloj. Igualmente, Darwin con su teoría evolucionista contribuyó a la consolidación de la modernidad al descartar el origen divino del hombre.
En la modernidad, se considera al conocimiento científico como el más acabado  y valedero producto del intelecto humano. Este conocimiento se caracteriza por: la racionalidad formal, la cuantificación, la objetividad, la sistematicidad, la generalidad, la falibilidad y la verificabilidad.
POST-MODERNIDAD
A finales del siglo XIX, comenzó un movimiento, en el campo de la física y la matemática, orientado al conocimiento aproximado o verosímil, frente a la certeza absoluta de la ciencia. Este movimiento se consolido, en el  siglo XX, con la constitución de la Teoría de la Relatividad de Einstein, con la teoría cuántica de Bohm  y con la teoría o principio de la incertidumbre de Heisemberg. Einstein terminó con el paradigma mecanicista de Newton al demostrar que el tiempo y el espacio no son lineales, que el movimiento de un objeto tiene que explicarse según el contexto de referencia y la posición que ejerza el observador. Por su parte la mecánica cuántica demostró que no hay certezas sino probabilidades.
Surge entonces, a partir de estos hechos, un nuevo tipo de pensamiento, un nuevo paradigma, la postmodernidad. Este nuevo paradigma, reconoce la imposibilidad de la verificación exacta y de la separación entre el observador y lo observado, convirtiendo las relaciones entre los sujetos en una comunicación intersubjetiva de la cual dependerán las relaciones con lo observado y los criterios de verdad aceptados por el grupo.
En este sentido,  la postmodernidad se fundamenta en  la utilización de los lenguajes y en la estructura de redes de la comunicación de los mismos,  lo que implica una transformación del concepto de ciencia y de saber. En consecuencia, el conocimiento científico postmoderno se caracteriza por: la subjetividad, la flexibilidad, la particularidad, el sustento en la razón dialógica, verdad cualitativa y condición holística.

BIBLIOGRÁFIA
Linares C, Radamés.  Posmodernidad e Información.  Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información.  Facultad de Comunicación- Universidad de la Habana.  [Documento en línea]. Disponible en: http://www.bibliociencias.cu/gsdl/collect/eventos/index/assoc/HASH018d.dir/doc.pdf

Méndez Q, Evaristo. Epistemología aplicada a la Investigación Científica. [Documento en línea]. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos68/epistemologia-aplicada-investigacion-cientifica/epistemologia-aplicada-investigacion-cientifica2.shtml




¿Cómo nos obligan  a hacer “ciencia” en el sistema educativo?
Desde hace  4 siglos  el abordaje empírico-analítico, es  el paradigma normativo  de la ciencia.  Aun, hoy día, los científicos y académicos están anclados en esta realidad científica –clásica, a pesar de encontrarnos en el siglo XXI, e inmersos en la sociedad del conocimiento.  Los investigadores y docentes han asumido el método empírico-analítico, como un método exclusivo de hacer ciencia. Se le considera al mismo como objetivo, racional, medible y confiable, donde todo lo que surge del mismo no es cuestionable y  la ciencia es superior a todo y exclusiva. Sin embargo, esa objetividad no es total ya que la investigación siempre ha estado influenciada por las creencias, la política y el paradigma dominante del momento, es decir que el investigador no es completamente neutral e independiente de su entorno y hoy en día no es exclusiva ya que el desarrollo de las tecnologías en comunicación permite que el conocimiento sea global.
En la modernidad,  se ha propugnado la objetividad del conocimiento, pero   ha   perdido consistencia, ya que  la ciencia se basa en los supuestos teóricos  del investigador,   esto hace  que el hacer ciencia, dependa del hombre, de los objetivos, propósitos o fines, con los cuales interviene o aborda una  realidad.   La forma de hacer ciencia, siempre  ha tenido que ver con las creencias, la política y el paradigma dominante del momento.  Al respecto, según autores como Frei (1998), y Muñoz (2000), paradigma, son modelos de referencia que causan impacto en la gente, en una época determinada, que pueden estar en función de creencias, actitudes, valores y técnicas, entre otros.
Entre las 2 guerras mundiales del siglo pasado, los científicos estaban acosados por la excesiva intervención del Estado  y de las empresas  en las actividades científicas. Se cree que al principio la intención era buena, proteger la producción científica. Pero en realidad, era con fines bélicos, militares; y de allí, fue formándose una élite, transmitiéndose la creencia que la ciencia es solo para superdotados. De esta manera surge el paradigma de la ciencia como lo ideal del conocimiento  y se expone como superior a cualquier otra forma del saber, por encima del arte, la   poesía, el derecho, la religión, entre otras; aspecto que es contradictorio con la sociedad en que vivimos: sociedad del conocimiento, donde hay mayor acceso a la información a través de la red y al alcance de todos.
En el paradigma positivista se busca la objetividad del conocimiento, copiando fielmente la realidad de estudio,  el mundo social y biológico puede ser cuantificable, medible,  la información se obtiene por instrumentos válidos y confiables que reflejen esa realidad. Una vez obtenidos los datos, son procesados estadísticamente para describirlo o generalizarlos.  En este enfoque el investigador debe mantenerse aislado del objeto, lo cual resulta imposible ya que de una u otra forma siempre existe la influencia del investigador y de su entorno.
Asimismo, se ha asumido el pensamiento mecanicista en el quehacer diario. En él prevalece el análisis, la visión lineal de los problemas, la explicación causa-efecto de la realidad y la necesidad de dividir el conocimiento en temas o disciplinas. En este pensamiento no tiene cabida el entorno, la influencia del investigador. Es cientificista,  la ciencia siempre trae beneficios y progresos, tal vez pensando en ello crearon la energía nuclear sin medir que podía tener  no solo un efecto beneficioso sino también uno catastrófico.
El pensamiento mecanicista como  forma de pensar, está insertada en todas las actividades humanas del mundo occidental, lo cual se refleja en la prevalencia  del  análisis sobre la síntesis, la visión lineal de los problemas, la explicación causa-efecto de la realidad  y la necesidad de dividir el conocimiento   en temas o disciplinas. Predomina la tendencia de separar la reflexión filosófica, de la  teoría  científica. Se asume una actitud cientificista, expresada en la idea  de la neutralidad de la ciencia, exagerando  su autonomía sobre cualquier contexto  y valor sociocultural.
También existe logofobia, término empleado por Foucault y una especie de temor de todo aquello que no es ciencia, donde la verdad no sea absoluta,  la investigación no se ciñe a la rigurosidad del método científico y a lo que  creen los científicos. Ante ello, se debe permitir la interpretación del investigador, su aporte personal, su discurso, sin que  la investigación carezca de validez.
En el paradigma empírico-analítico los procesos mentales  que rigen la búsqueda del conocimiento, están enmarcados dentro de la inducción y la deducción, que son procesos  ordenados y regulares   que expresan una secuencia lineal.  Está apoyado en la corriente positivista, busca la objetividad del conocimiento, copiar la realidad sin deformarla, considera que el mundo material puede ser descrito objetivamente, sin referencia alguna al sujeto investigado. Este es un modelo despersonalizado, donde el investigador es sustituido por instrumentos válidos y  confiables  como la única vía para producir conocimientos objetivos  sobre el conocimiento investigado, presentando los resultados  en formas estadísticas. Entre los  diseños de investigación más usados en este paradigma se encuentran:
1-        Diseño experimental puro: permite el máximo control de las variables y la validez interna; los sujetos son asignados aleatoriamente a los grupos y emparejados. Se pueden realizar  en laboratorios o en campo. Sus niveles son: dos grupos, uno experimental y otro de control, se administra pretest y postest a ambos grupos, aunque también puede aplicarse solo el postest pero eso disminuye su validez; hay de cuatro grupos (Solomón) que son dos de control y dos experimentales, el pretest se aplica a un grupo de control y un experimental, a los otros dos no se aplicará el pretest, luego se le aplicará a los cuatro tanto el pretest como el postest. Así se podrán controlar los efectos tanto de las variables extrañas como del prestest logrando de esta manera el máximo grado de validez interna y externa. Factorial manipulan dos o más niveles de presencia de cada una de las variables independientes y se combinan los niveles de las variables independientes en estudio, además evalúa los efectos de esas variables independientes sobre la variable dependiente por separado y los efectos de las variables independientes conjuntamente.
2-        Diseño cuasiexperimental: Es aquel donde los sujetos no se asignan al azar, sino que los grupos son formados antes del experimento,  se establecen series cronológicas o  temporales con la finalidad de analizar efectos a mediano o largo plazo en grupos intactos. Se aplica a un grupo un tratamiento y se observa la situación antes y después de la acción. Es preferible hacerlo con un solo grupo de control  para alcanzar mayor rigurosidad.  Se consideran  muestras cronológicas para analizar efectos a mediano o largo plazo en muestras aleatorias y en ellas se realizan repetidas observaciones tanto antes como después de la aplicación de la variable independiente o experimental.
3-        Diseño cuasiexperimental – transeccional: Se limitan a una sola observación a un tiempo único y se hace una sola medición. Sus niveles son: exploratorio intenta recolectar datos sobre un contexto poco examinado, sin ideas preestablecidas; descriptivo busca describir un fenómeno dado analizando su estructura y explorando sus asociaciones; comparativo/causal  pretende establecer relaciones de causalidad entre las variables, comparando grupos de datos y únicamente admite un nivel de selección, por último el correlacional que crea el grado de relación entre variables, sin precisar si hay una relación de causalidad.
4-        Diseño no experimental – longitudinal: Se realizan varias mediciones u observaciones a lo largo del tiempo y en períodos específicos. Sus niveles son: de tendencia o Trend, en el cual se hacen distintas mediciones a lo largo del tiempo de toda la población o de la muestra representativa de ella; estudia cambios de las variables. Además se selecciona una muestra cada vez que se realiza una medición. De evolución de grupo o cohort se dedica a examinar cambios a través del tiempo en  subpoblaciones o grupos específicos vinculados de alguna forma y  se selecciona una muestra cada vez que se realiza una medición. El panel busca conocer los cambios tanto grupales como individuales, la muestra siempre será la misma y se recomienda para poblaciones relativamente estáticas.
Referencia Bibliográfica
Leal, J. (2009). La autonomía del sujeto investigador y la metodología de investigación. 2da Edición. Azul Intenso C.A. Valencia. Venezuela.