Edgar Páez. Comenta.
Como la sociedad es
compleja, el investigador debe crear
estrategias que le permitan comprender
la realidad; por ello, la transdisciplinariedad
está inmersa en el estudio del proceso constructivista utilizado para adquirir los conocimientos,
polemizando en teoría y métodos con los
planteamientos positivistas. Al igual que
Raglianti, Pintos, asume la postura constructivista, teoría que
constituye el sendero o la vía por la cual transitan hoy día los diferentes procesos
metodológicos aplicados en la
construcción del conocimiento en las ciencias sociales.
Según Luhmann, una sociedad
que diferencia sus principales componentes, en correspondencia con funciones específicas,
necesita acrecentar los rendimientos del conocimiento, ser eficiente y eficaz,
ya que está sometida a un alto grado de improbabilidad, pero, actualmente las
ciencias cognitivas, permiten dar fundamentos sólidos a la certeza. Y esto se logra, transformando el modo de
hacer investigación, rompiendo con la heteronomía,
la cual es responsable durante mucho tiempo del empleo de normas, patrones y tendencias que solo hacen restringir nuestra libertad
de pensamiento y acción, en la construcción de nuevos conocimientos.
Por ello, es urgente y necesario el cambio de la heteronomía a la autonomía,
porque esta transformación, nos permitirá elaborar nuevas acciones, procesos, y
hacer uso de nuevas y mejores herramientas
metodológicas para acercarnos cada vez más a la realidad; dejando
atrás el pasado (producto de una conciencia heterónoma), y
viviendo en el presente (mediante el uso de la razón).
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